domingo, 25 de mayo de 2008

Culmira, cultura, culsura

Os dejo con un breve resumen de la última película independiente que he visto:

La trama comienza con un señor totalmente desnudo salvo por el hecho de que tiene un guante minúsculo que le cubre todo el cuerpo y que, en un momento dado, llegará a afirmar que no incluye cuota de línea. A partir de ahí, la acción transcurre en cámara lenta, pero de forma trepidante. Diluvia ligeramente, pero nadie sabe a qué atribuirlo y se preguntan si el suicidio es preferible a los arenques. El hijo mayor se sube en una tarima y hace equilibrios sobre un eje que no le pertenece. Acto seguido, estalla en mil pedazos el jirón de seda que poco antes se había desprendido de todas sus posesiones. Varios protagonistas sufren contusiones, pero ninguno de ellos parece preocupado por ciertos fiordos. La fiesta continúa, hay un fundido en negro y aparecen los títulos de crédito, rápidamente reprendidos por la anciana comadrona del coronel. Nerón descubre dos bolitas de incienso bajo sus encías.

Vedla. Es un asco delicioso.

martes, 12 de febrero de 2008

Excusas hilarantes #8

- Ponme la cam.
- Es que estoy vestido.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Excusas hilarantes #7

- Ponme la cam.
- No está, soy su hermana.

Arcadas de amor

"Me gusta cuando callas, bizcochito. Entonces miro tu carita de fresa y tu esfínter glaseado y me doy cuenta de lo afortunado que soy. Tus ojitos siguen tan abiertos como el primer día. Sé que a veces me pongo tonto y pongo trocitos de vidrio entre tus cereales para el desayuno, pero tú me lo perdonas todo. Cómo disfruto cuando me dices cositas al oído, aunque no pueda oírlas por ser totalmente sordo. Ahora tengo miedo porque tu hígado de ternera no funciona bien y sé que algún día te morirás y me dejarás solito, y yo lloraré cuando vea tu colección de yemas de huevo a medio batir. No te extrañes si te llamo Xenia, es lo que me pareció ver un día que te dejaste en casa el carnet de conducir ebrio. Cuando pienso en la impresión que se llevó Crixixa al enterarse de lo nuestro no puedo evitar reír a carcajadas hasta que pierdo el conocimiento y me golpeo con el pico de la mesa. Dentro de un año haremos cuatro meses, y me gustaría regalarte algo muy especial. No te diré nada, pero te gustará, mequetrefe. Sé que te gustará, piltrafa. Te conozco, basurita humana. Y sobre todo te quiero, hijo de la gran puta".

Excusas hilarantes *6

- Ponme la cam.
- La tengo desconectada.

Excusas hilarantes ¡5

- Ponme la cam.
- No tengo tiempo.

Excusas hilarantes %4

- Ponme la cam.
- Estoy dándole el pecho a mi hija.

Excusas hilarantes #3

- Ponme la cam.
- No tengo cobertura.

Consejos de Pascua

Leo en Potorródefuá, la web sobre mac que llevan nuestros amigos Pitico y Pelufa, que Bill Gates se prepara para una nueva keynote sobre las aplicaciones recientes en Ubuntu. Parecen así desmentirse los rumores que apuntaban a que la actualización de los últimos gadgets en MS-DOS vía USB sería previo pago de tres denarios.

Por otra parte, ya está disponible nuestro último podcast. En él podréis oír la entrevista que hicimos el miércoles que viene a Doménico Theotocopoulos, alias Clarín. También habrá sorpresas que prefiero no desvelar hasta que no dé a luz trillizos.

Y recuerda, si aún no te has instalado Windows Vista, que existe una versión beta que se ve mucho mejor que la VHS sin necesidad de descargas adiposas.

Excusas hilarantes $2

- Ponme la cam.
- Estoy en la ducha.

Mermelada de fresones

"Me despertó con un besito en la nariz y un masaje facial con sus piececitos de ante. Esparció sus polvitos mágicos y me levanté. Era una mañana fría, de ésas en las que solo te apetece comer mejillones al lado de él, de Inmo, mi chico. Es un trasto de los que no hay, por eso está de rebajas. Cada mañana aparece con los ojos pegados y los pechos sobre las rodillas, jajaja, cómo es. Solo con mirarlo se me eriza el escrotito: ver esos ojos, esas cejas, esas bocas... me puede. Ya hace 16 horas que vivimos juntos y parece que fue ayer cuando nos mudamos. No puedo estar más feliz, desde que encontré a Muix mi vida ya no es el infierno que antes abrasaba mi corazoncito. Soy heterosexual y eso parece no ser del agrado del hombre que un día puso la semillita en la maceta que ahora llevas sobre la cabeza, además de dejar embarazada a mi madre. Ellos me quieren ver, pero no puedo dejar que se salgan con la suya. Vivir así no tiene sentido, pero me da pereza morirme otra vez. Menos mal que encontré a Xonaz y desde entonces soy la mujer que nunca imaginé".

Excusas hilarantes #1

- Ponme la cam.
- No tengo cam.

domingo, 3 de febrero de 2008

Sin más de mora

“¡Ya está bien!” – me dijo mientras intentaba deshacerle un nudo.

Peinaba a Natalia, la llama que Leonard hurtó en nuestro viaje a Siberia. Desde que mi compañero la metió en su mochila, no ha habido manera de hacerla entrar en sazón. Compartimos largas tardes de mus, pasteles de arándanos, lanzamiento de jabalina y natación sincronizada, pero ni aún así es capaz de sonreír con displicencia para las fotos que le hacemos a cada instante, algo que a Brenca le haría muchísima ilusión.

Desde mi punto de vista, además de tener unos labios demasiado carnosos en relación a su cuerpo, Natalia es una llama con mucha paciencia, si no demasiada. Es por ello que el mes pasado decidimos que fuera ella quien nos preparara, a Leonard y a mí, para participar en el próximo Duelo de bailes que organiza la Asociación de Bedeles con Rigidez Muscular (la WPZX) en nuestro colegio mayor.

Éste es un certamen de muchísima tradición en el estado en el que vivimos. Este año, además, al ser la primera vez que se celebra, los ganadores recibirán como premio toda la ropa usada durante el festival por el resto de participantes. El evento se desarrolla de la siguiente manera: nace, crece, se reproduce y muere. Así que, lógicamente, por parejas siempre de dos, los concursantes tendrán que presentar sus rutinas frente a un distinguido jurado formado por dos alguaciles, un profesor de canto, Teresa Rabal y un cruasán. Serán ellos los que decidan, y sólo ellos serán los que recojan el ponche y los panchitos sobrantes una vez que todo esto acabe.

Como podéis imaginar, aún nos queda mucho por hacer, desde elegir la ropa, el pelo, la piel de gallina, la música y los zapatos, hasta aprender a bailar, así que, afortunadamente, os tengo que dejar y remitir, sin más dilación que la insoportable, a nuestro próximo encuentro.

Deseadnos suerte estos días, mientras nos preparamos, y sobre todo, nunca intentéis corregir a una llama mientras os enseña a hacer el moonwalking. No al menos sin una máscara puesta.

domingo, 13 de enero de 2008

¡Cuentistas!

No hay nada mejor para después de las comidas que hacer la digestión. Al hilo de esto os contaré una historia terrible que le sucedió a la pequeña Brenca Williams y que no por ser totalmente inventada es menos real:

"Érase una vez una tecla de ordenador llamada erre. Ella (es decir, la tecla), tenía un problema que la atormentaba cada dos por tres y cada ocho tercios de nueve: no podía pronunciarse a sí misma. En varias ocasiones fue sorprendida intentando cometer suicidio mediante la ingestión de cantidades ilegales de seres humanos en vías muertas de extinción. La pobre no sabía qué hacer, así que, mediante engaños, artimañas y ermitaños obtuvo el ansiado permiso de conducir coches, autobuses y vehículos de menos de cuatrocientos años de antigüedad. Aquello le costó la vida y perdió la pensión de viudedad que regentaba. Meses más tarde no sucedió nada. Meses atrás, un ciudadano que respondía a las siglas M.E. con expresiones soeces fue condenado por cometer incesto con varias páginas del listín telefónico."

No lo creáis, no tiene ni idea de lo que dice.

miércoles, 9 de enero de 2008

La cuenta atrás de la vieja

¡Chicos, chicos!

No os vais a creer lo último en el colegio. Ha sido un escándalo. Vamos, Olivier Dodot, aparta los glúteos y déjame entrar al árbol que construimos en la casa como refugio para contar estrellas, resolver crímenes y erizarnos los bronquios. Resulta que ayer mismo, o mañana, por ser más exactos, el director Lóbulo McQueen sorprendió al inspector jefe Grawson esparciendo huesos de gallo y de otros seres vivos sobre el bisoñé de la distinguida Hugette Escargot, la principal accionista del colegio.

Al verse en tal situación, Grawson permaneció quieto sin parar hasta que le alcanzó la flecha que Lóbulo conservaba en almíbar para cuando sorprendía a Grawson esparciendo huesos de gallo sobre los bisoñés de sus distinguidas amigas. La flecha, educada en las mejores universidades de su barrio, le reprendió por su acción y, tras breves minutos de incómodo silencio, declaró estar enamorada de él desde que la invitó como pareja abierta al baile de graduación de la vista.

Nadie supo que pasó después. Las noticias son confusas y, por si fuera poco, me acabo de dar cuenta de que no hay nadie en nuestro árbol-casa y que llevo hablando solo los tres días con sus diez noches que ha durado esta narración. No importa. Jamás fuisteis mis verdaderos amigos ni yo os he contado nada que no sea cierto.

A fin de cuentas

Hola, muchedumbre.

Por fin han terminado las vacaciones de verano. No podía más. Han sido 19 escasas semanas y parece que fue hace 5 meses, cómo pasa el viento. En este tiempo, he tenido oportunidad de probar las célebres albóndigas nepalíes que tanto privan al pequeño Toby, el pequeño perro de la pequeña Brenca Williams, hermana mayor de Popó Chanel, la bedel de nuestro colegio, también mayor.
Pude, además, peinar a un pony, zurrir zuecos, transformar a un mequetrefe en un chisgarabís, romper aguas tres veces seguidas, adiestrar topos hermafroditas, hacer pasar a dos chihuahuas por terratenientes tlaxcaltecas, visitar una comuna Amish de la Baja Calcuta, rizarme las uñas, honrar a todos vuestros padres, nadar con ballenas, cenar con ballenas e incluso dormir con ballenas, aunque todas ellas fueran absolutamente calvas y anchas de hueso. Pero no seré yo el que lo diga.

En fin, lo normal. Como veis, mi vida no es más que un conjunto de hechos convencionales con el pelo muy limpio, y es por ello que soy el mamífero más feliz de Oklahoma. ¡Enhorabuena, Peter!

Estoy excitadísimo con la idea de volver a estar con todos vosotros, chicos. No nos veremos jamás, gracias al cielo, pero podéis contar conmigo para lo que haga falta, siempre y cuando allí se sirva comida gratis en pequeñas bandejas. Y recordad, luchad por vuestros sueños, es la única forma de que nunca se hagan realidad.